
Si llega ese punto donde tu cansancio es más fuerte que tu voluntad y casi no puedes levantarte, es hora de hacer un alto en el camino y mirar hacia ti…
Capas Rojas. La energía femenina es definitivamente la que se enfoca en la belleza, la intuición, el sentido de relacionarse y cultiva la armonía y la compasión” DEEPAK CHOPRA, escritor.
Los días pasan rápido. No nos rinden las horas y queremos hacer mil cosas, abarcar todo y revolucionar de tal manera nuestro mundo a diario, que acabamos en agotamiento crónico.
Tenemos el síndrome de la súper woman. Somos trabajadoras, ejecutivas, empresarias, amas de casa, madres, hermanas, hijas, amantes, amigas, deportistas, maestras, compañeras y un sin fin de cosas más. A veces queremos gritar que paren el mundo para bajar y entonces recordamos aquella vieja expresión y la repetimos: “necesito un cable a tierra”. Cuando nos sentimos así, hace falta reconectar con nuestra propia naturaleza.
Pero, ¿y eso cómo? En Domingo nos dimos a la tarea de preguntar a las que saben. Mujeres sanadoras y conocedoras del manejo de la energía y los arquetipos femeninos que además forman parte del movimiento internacional “Carpas Rojas”, que promueve que las mujeres nos reconectemos con nuestra energía femenina a través de la comprensión y el entendimiento, sobre todo, aunque no exclusivamente, de nuestro ciclo menstrual. Aquí tienes siete pasos importantes para potenciar esa energía cuando te sientas disminuida debido a tanto estrés. Volverás a tu equilibrio físico, emocional y espiritual. Toma nota:
- RECONÓCETE
Hemos aprendido a asociar las emociones con “cosas de mujeres”. Nos enseñaron erróneamente que la mujer es delicada y sentimental, un estigma de debilidad. En el extremo opuesto, a los hombres se les negó el derecho de comprender y dejar aflorar su lado emocional. Durante los últimos siglos, la sociedad nos empujó a no saber qué hacer con esa energía femenina que todos tenemos, hombres y mujeres. La vida moderna nos ha llevado a un desequilibrio en esta dualidad. Es importante regresar al origen. Hace siglos, hombres y mujeres vivían en comunión con la tierra, en igualdad. El conocimiento de las mujeres era alabado y venerado, era el complemento a las cualidades luchadoras y fuertes del hombre. Las mujeres contaban con espacios sagrados para cuidar su fuego interior, esa energía femenina que se manifestaba en las distintas etapas de los ciclos lunares que guiaban cosas tan importantes para la tribu como los ciclos de siembra, cosecha y migración.
“Se dice que en la antigüedad, mucho antes de que se inventara la luz eléctrica, todas las mujeres menstruaban en la luna nueva. Había una sincronía que coincidía con el momento de mayor recogimiento de la naturaleza, es el gran silencio natural, y justo a lo que nos lleva nuestra energía menstrual es al mayor recogimiento”, explica Ana Gabriela Robles, terapeuta e iniciadora del movimiento Carpas Rojas en México, quien invita a dejar de cargar la balanza hacia una energía masculina de rivalidad y de competencia. Reconocerte en la dualidad sin dejar de asumir tu femineidad.
- ESCUCHA TU CUERPO
Para Ana Gabriela, el siguiente paso es aprender a escuchar los mensajes de nuestro cuerpo. Hemos crecido con la creencia de que la menstruación es algo desagradable, molesto, algo que nos hace sentirnos mal, física y emocionalmente. Experimentamos incluso un autorechazo durante los días de sangrado, a los que ni siquiera como sociedad nos atrevemos a llamar por su nombre. Eso nos lleva a rechazar nuestra energía femenina también.
“Cuando las mujeres estamos menstruando nuestro cuerpo nos pide una pausa. Desgraciadamente la sociedad está hecha para no escucharnos y nos lleva a que nosotras mismas ignoremos estos mensajes internos. Y conlleva malestares”.
Las Carpas Rojas son justamente espacios para escuchar a nuestro cuerpo, de recogimiento para tomar esa pausa que el cuerpo femenino pide durante los días de dicho periodo.
Son muchas las culturas antiguas que contaban con espacios sagrados donde las mujeres se reunían cuando menstruaban. Allí, las más sabias y viejas enseñaban a las más jóvenes a alimentar su fuego interior como dador de vida. Con ello se honraba la sabiduría y la potencia creadora del útero. También aprendían más de la relación de su cuerpo con los ciclos universales de la luna, la tierra y la fertilidad. Estos espacios eran respetados por los hombres de la tribu, pues el bienestar femenino era sinónimo de bienestar para la comunidad.
Estos espacios, que bien podían ser los hospedajes lunares (Moon Lodges) en las culturas nativas norteamericanas, o las Carpas Rojas en las culturas del medio oriente, eran lugares para cultivar la sabiduría que de la energía femenina emanaba, y las participantes no tenían ninguna obligación familiar ni comunitaria durante su estancia en el hospedaje lunar.
- CONOCE TUS CICLOS
En la era moderna, la píldora anticonceptiva fue símbolo de progreso y batallas ganadas por la liberación femenina. Hoy en día algunas especialistas cuestionan su uso excesivo pues consideran que nos ha llevado a dejar en manos de un factor externo, y no natural, el control de nuestros cuerpos y nuestra energía femenina.
Una de las detractoras modernas de la píldora es la psicoterapeuta y escritora Alexandra Pope, autora del libro El poder curativo de la menstruación, quien afirma: “El verdadero sentido de ‘llevar el control’ procede de conocer cómo funciona nuestro cuerpo valorando los cambios mensuales rítmicos como oportunidades de autodescubrimiento y cuidado propio, así como de acceso a las profundas fuentes de poder que el ciclo nos revela”. Sin que esto contradiga el derecho a la maternidad elegida y a la planificación familiar.
En el movimiento Carpas Rojas, esa oportunidad de autodescubrimiento es la comprensión del ciclo lunar femenino, dividido en cuatro fases, regidas por energías distintas y conocidas como arquetipos femeninos.
Cynthia Sánchez, sanadora y terapeuta radicada en Quintana Roo y autora del blog Luna lunar roja, explica que estas energías diversas son: muerte (culminación, menstruación), renacimiento (preparación, comienzo), pensamiento (dirección) y creatividad (creación).
- RECUPERA ESPACIOS
Hay un dicho popular que dice: “mujeres juntas, ¡ni difuntas!”. Y es que en la era moderna, al dejar de lado las prácticas de hermandad femenina —hoy denominadas por las teóricas feministas como prácticas de sororidad—, se establecieron relaciones de competencia y rivalidad entre las mujeres. Por ello es que Ana Gabriela, tanto en sus terapias como en las actividades que realiza en el espacio de la Carpa Roja Coyoacán, invita a las mujeres a recuperar ese poder de la interacción femenina pues nos reconcilia con nosotras mismas, con nuestros ciclos, nuestras abuelas, madres y hermanas. Cada vez más son las mujeres que en todo el mundo rinden culto a la luna, a su útero, que se reúnen y conectan con la memoria ancestral de grupos de mujeres donde sobresale la sabiduría del compartir. No se trata de competir con los hombres ni dar pasos atrás en los avances en materia de equidad. Pero en opinión de Ana Gabriela equidad no es sinónimo de igualdad. “Mujeres y hombres somos diferentes, tenemos energías y ciclos distintos. Aceptar esa diversidad nos lleva a construir sociedades más equitativas y complementarias”.
- CUÍDATE
La reconexión con nuestra energía femenina comienza con el entendimiento y la aceptación de nuestra menstruación como algo natural y dador de vida, de acuerdo con la propuesta de Carpas Rojas. Por ello, el primer paso es dar prioridad a una misma durante el periodo. Alexandra Pope incluye algunos consejos en su libro. En primer lugar, es conveniente anotar en nuestra agenda o calendario las etapas de nuestro ciclo, reducir en medida de lo posible los compromisos externos durante esos días, surtir nuestra despensa de alimentos saludables, reducir o evitar al mínimo el consumo de bebidas irritantes como el alcohol, el café o el te, así como harinas blancas y azúcar. Si el deseo por algo dulce, como un pastel o un chocolate, es abrumador, vale la pena consentirse con un detalle especial y disfrutarlo plena y conscientemente. Las recomendaciones más importantes son: practicar la bondad y la ternura hacia ti misma y descansar.
- ACEPTA CAMBIOS
Pope está convencida de que para una mujer, ponerse en sintonía con su ciclo puede ser sanador y vivificante. “Comenzará a sentir mayor motivación para sanar y alcanzar sus metas pues estará llena de energía nueva, esperanza y poder”, asegura.
Por su parte Ana Gabriela afirma que hoy en día estamos tan ocupadas, que no nos damos el tiempo para escuchar nuestra voz interior ni para reconocer los cambios de energía que experimentamos durante nuestro ciclo natural. “La carpa roja es un regalo porque nos brinda este espacio para escucharnos, si tienes un mal día y necesitas salirte de la vida cotidiana, llamas, cerramos las cortinas, te tomas un te y estás aquí, sólo contigo. El mismo ambiente te da una apertura muy grande pues te genera la sensación de regresar al vientre”, aunque, explica Ana Gabriela, este espacio no es sólo para mujeres menstruantes porque incluso, hombres o niños han participado en actividades, ceremonias y talleres dentro de la Carpa Roja y han percibido cambios en su energía, es decir una mayor conexión con su ser femenino, sin importar su género.
- RESIGNIFICA
Alexandra Pope apunta hacia una tendencia de que las mujeres articulemos una nueva comprensión de la naturaleza y el poder femenino. Dejar de vincular el significado de la palabra poder con ascensos en la escala profesional, social o material para restablecer el vínculo del poder femenino con lo sagrado, la tierra, la vida y la naturaleza. Ana Gabriela considera que si cada niña tuviera una ceremonia de bienvenida, donde se le explicara lo que realmente significa transformarse en mujer y se le apoyara en comunidad para permanecer conectada con su energía, su autoestima sería mucho mayor y con ello, su empoderamiento y contribución al equilibrio energético sería mayor.
Tal vez sea momento de hacer un alto, mirarnos al espejo y recuperar el equilibrio.
¿CARPAS ROJAS?
Una Carpa Roja es un espacio cómodo y acogedor decorado con telas de dicho color, con esculturas, flores y dibujos o con cualquier tipo de objetos simbólicos que evoquen la feminidad. Está concebido por sus creadoras como un “útero mágico”. En él, mujeres de todas las edades serán “siempre acogidas con respeto y amor”. Los hombres también son bienvenidos para reencontrarse con su propia energía femenina.
Cada Carpa Roja tiene su personalidad. Las actividades que allí se desarrollan dependen de las propuestas aportadas por las mujeres que participan, así como de las energías que las inspiran en cada momento. Es el lugar idóneo para hacer una pausa, un espacio donde puedes simplemente ser, al margen de las obligaciones y de los roles sociales.
Carpas Rojas en todos los vecindarios es el nombre que le dio al movimiento moderno DeAnna L’am, mujer pionera en el movimiento de “Bienestar menstrual” que busca cambiar la idea popular de que la menstruación es una maldición. DeAnna L’am certificó a quienes en México iniciaron las Carpas Rojas, donde ya hay 10 sedes: DF, Estado de México, Tamaulipas, Oaxaca, Querétaro, Michoacán y Durango.Si quieres saber más del movimiento puedes encontrarlas en Facebook: Carpas Rojas México y en web: carpasrojasmexico.com
Fuente:
http://www.domingoeluniversal.mx/historias/detalle/Vuelve+a+tu+naturaleza+femenina-3388